Hoy comenzamos con buenísimas noticias.
La población de gorilas de montaña se está recuperando.
En 1977 quedaban en libertad unos 250 ejemplares y se creía que se extinguirían a corto plazo. Pero 30 años después su población supera los 1.000 individuos.
Este pequeño "milagro" no se hubiera realizado sin la figura de Dian Fossey, primatóloga estadounidense defensora durante muchos años de estos gorilas de montaña e impulsora de los proyectos para su conservación en África Oriental.
Fue asesinada en las selvas de Ruanda en 1985 por cazadores furtivos, pero su historia y legado sirvieron para que el mundo entero se preocupara en la conservación y defensa de estos maravillosos animales. Hoy en día la fundación que lleva su nombre sigue trabajando y como vemos su labor está dando muy buenos resultados.
El gorila de montaña sigue teniendo los problemas de la caza furtiva, la deforestación de las selvas y la presión de los campos de cultivo, pero cuenta con la gran ayuda del turismo. El rastreo de gorilas con fines turísticos contribuye a financiar una parte de los proyectos de recuperación de la población de gorilas de montaña y también repercute muy positivamente en el progreso de las aldeas cercanas a los espacios protegidos: un 20% del coste de las entradas a estos Parques Nacionales se destinan al desarrollo de las comunidades locales.
Wilber Tumwesigye, guía y guardabosques de la Autoridad Ugandesa para la Vida Salvaje (UWA) comenta: "El aumento no se debe a que haya habido crías de lo normal, sino a que los gorilas están siendo protegidos de peligros como trampas y furtivos, nuestro objetivo es erradicar la caza ilegal."
Ahora existen dos poblaciones, una en el macizo de Virunga (territorio compartido por Ruanda, Uganda y República Democrática del Congo), que cuenta con 604 individuos. La segunda se encuentra en el Bosque Impenetrable de Bwindi en Uganda, con más de 400 ejemplares.
Bueno, está visto que si se quiere se puede salvar a estos animales emblemáticos y con voluntad a muchísimos más.
Un saludo.
